Hoy y muchos días cuando voy en el autobús, andando, en coche, etc, veo a mi alrededor mucha gente y siempre hay alguno que lleva el móvil en la mano leyendo o escribiendo algo.
Ahí me surge la duda de cuántas veces miramos el móvil al día y si no miramos demasiado el teléfono.
Claro, es que lo miramos para hablar con alguien, para el trabajo, para ver las noticias, para jugar y muchas, pero muchas cosas más. Ésto hace que lo miremos como cientos de veces al día.
Yo no las he contado, supongo que habrá días en que lo miremos poco y otros en que lo miremos bastantes veces en una hora. Incluso habrá momentos en que ni siquiera dejemos de mirarlo.
Hace tiempo escribí un artículo sobre si nos estábamos convirtiendo en ciborgs. No físicamente, pero si es verdad que el teléfono se ha convertido en una extensión más de nuestro cuerpo.
Nos da multitud de funciones a las que le sacamos el máximo provecho. Creo que hay tantas aplicaciones, para tanta variedad de gente que soluciona sus problemas, que muchos de nosotros no sabríamos vivir sin un teléfono.
Vale que para vivir solo hace falta comida, agua y un techo, pero en el año 2014 en el que estamos, la información se ha vuelto en algo necesario y gracias a los teléfonos, la tenemos al alcance del bolsillo.
Deja un comentario