Google Play es una plataforma sin la que nuestros dispositivos Android perderían gran parte de su utilidad, y es que en este inmenso market de aplicaciones aparecen día tras día nuevas propuestas que pretenden hacerse un pequeño hueco dentro de las listas de las apps más descargadas, tanto en las de pago, como aquellas que son gratuitas.
Marcamos como diferentes las apps de pago y las gratuitas, ya que el propio Play Store se encarga de realizar esta diferenciación para elaborar sus propias listas de éxitos, sin embargo, no podemos olvidar que la gran mayoría de aplicaciones gratis, no lo son en realidad.
Dentro de Google Play encontramos un alto porcentaje de apps que nos ofrecen un servicio “básico” en su versión gratis, la cual se complementa con un servicio de micropagos que nos permite acceder a utilidades o servicios más completos dentro de la misma aplicación, por no mencionar la típica publicidad a la que ya nos hemos acostumbrado, en sus diferentes versiones, ya que encontramos apps en las que la presencia de anuncios es aceptable y no afecta a la experiencia de uso, mientras que en otras sucede todo lo contrario: la publicidad se convierte en algo completamente invasivo, que prácticamente no permite utilizar la app con la fluidez necesaria.
Esto no significa que cada vez sea menor la cantidad de aplicaciones por las que merezca la pena pagar, si no, todo lo contrario, ya que es una buena manera de apoyar el trabajo de una empresa o de un desarrollador, ayudándole a seguir adelante y sacar al mercado muchas más aplicaciones.
Si nos fijamos en la interfaz principal de Google Play, donde aparecen los principales ránkings de descargas divididos en diferentes secciones, podemos encontrar, dentro de las de pago, aplicaciones famosas, que han conseguido llamar la atención de los usuarios y satisfacer una expectativa de uso, con la que el consumidor queda satisfecho.
Cuando descargamos una de estas aplicaciones, las cuáles pertenecen en la mayoría de los casos, a desarrolladores populares, pues a todos nos son familiares nombres como King (responsables de Candy Crush Saga) o Rovio (los encargados de gestionar sagas tan populares como la de Angry Birds), sabemos que no vamos a tener ningún problema.
Sin embargo, es cuando empezamos a navegar a través de Google Play, entre un catálogo de aplicaciones y videojuegos móviles que prácticamente parece infinito, cuando podemos bajar la guardia, y acabar descargando (e incluso pagando) por una aplicación que en pocas palabras, es una estafa.
Las opciones más populares para este tipo de apps “trampa” están relacionadas con el “espiar”, que es lo que están haciendo nuestros contactos sin que ellos se den cuenta, con herramientas que “milagrosamente”, nos informarán de la última hora de conexión de nuestros contactos en Whatsapp (aunque esta opción se encuentre desactivada), si alguien ha bloqueado nuestro número de teléfono en esta aplicación, o, cambiando de app, quien visita nuestro perfil en redes sociales como Facebook o Twitter.
Las aplicaciones que nos ofrecen este tipo de servicios son, en la mayoría de ocasiones, gratuitas, aunque por supuesto, también existen versiones de pago que precisamente al ser de pago, pueden parecer más fiables; Y nada más lejos de la realidad.
De manera que, en tus incursiones a lo largo de lo más hondo de Google Play, recuerda, que antes de descargar una app que nos ofrezca un servicio demasiado bueno para ser verdad, tenemos que tener en cuenta si la utilidad que nos ofrece es realista.
Analiza las puntuaciones de la app, lee algunas de las opiniones de los usuarios, mira la cantidad de descargas que esta posee, e incluso, echa un ojo a otras apps desarrolladas por el autor, para aprender a descargar apps de manera responsable, algo que, en el mejor de los casos, podría llegar a ahorrarte unos cuantos euros.





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